2. OFTALMOLOGíA
2.2. BASES FISIOPATOLÓGICAS
2.2.1. Anatomía y funcionamiento del ojo
El ojo es el sentido que más nos relaciona con nuestro medio. Sirve para captar la información del entorno y transmitirla mediante impulsos eléctricos al cerebro.
El globo ocular está alojado en una cavidad ósea llamada órbita. Está formado por tres capas: córnea-esclera (capa más externa), úvea (iris, cuerpo ciliar y coroides) y retina.
La CAPA MÁS EXTERNA consta de dos porciones: una anterior que constituye la córnea, y una posterior que forma la esclerótica. Esta última no interviene directamente en la visión, ya que su función es protectora del resto. Aporta, además, la rigidez necesaria para mantener la forma del globo ocular.
La córnea es la porción anterior del ojo, la cual, situada en el mismo centro, actúa como la primera lente que debe atravesar la luz. Su principal característica es la transparencia, indispensable para sus funciones. Esta transparencia está determinada por la ausencia total de vasos sanguíneos. Su hidratación y nutrición dependen del film lacrimal precorneal, encargado de aportarle nutrientes y oxígeno, y del humor acuoso, que los aporta a las capas más profundas.
La CAPA INTERMEDIA llamada úvea está formada, a su vez, por tres porciones: iris, cuerpo ciliar y coroides.
El iris (determina el color de los ojos), situado detrás de la córnea y separado de ella por el humor acuoso. Actúa como diafragma, regulando la cantidad de luz que entra dentro del ojo. El orificio central por donde pasa la luz se llama pupila y según el grado de extensión de las fibras musculares anteriores se produce contracción (miosis) o dilatación (midriasis) pupilar.
El cuerpo ciliar, se extiende desde la inserción del iris hasta la comunicación con la coroides, tiene como función segregar el humor acuoso y proporcionar el mecanismo de sujeción y ajuste del cristalino. La coroides es la porción uveal comprendida entre el cuerpo ciliar y los márgenes del nervio óptico. Está formada por una red muy densa de capilares, siendo su única función, la de aportar nutrientes a las capas de la retina contiguas. Inmediatamente detrás del iris se encuentra el cristalino, lente transparente encargada de enfocar según las diferentes distancias. Está sujeto por una serie de ligamentos que parten del músculo ciliar, cuya tensión o distensión provoca el aplanamiento o abombamiento, según la distancia a la que se encuentre la imagen, ejerciendo la función llamada acomodación. Por detrás del cristalino se encuentra la cavidad vítrea, rellena de un líquido viscoso con estructura de gel llamado humor vítreo.
La CAPA MÁS INTERNA constituye la retina
Es la capa más importante del ojo. Su misión es captar la información luminosa del exterior, convertirla en impulsos nerviosos y enviarla al cerebro. Está formada por 10 capas. Una de ellas es el epitelio pigmentario de la retina (EPR) que regula la cantidad de luz que llega al ojo e interviene fundamentalmente en el metabolismo de los fotorreceptores. En otra de las capas se encuentran los fotorreceptores, de los que existen dos tipos: los conos (distinguen los colores) y los bastones (visión periférica). La mácula es la región de la retina con una mayor concentración de conos. En su centro una pequeña depresión de color amarillento llamada fóvea central, es el lugar de máxima agudeza visual. El impulso luminoso desencadena en los fotorreceptores una reacción química que se convierte en impulsos eléctricos codificados los cuales atraviesan el globo ocular y a través del nervio óptico se dirigen al cerebro.
Imagen: Extructuras externas del globo ocular
En su exterior el globo ocular está protegido por los párpados, el reborde orbitario y el sistema lagrimal. En la parte más interna del párpado se encuentra la conjuntiva, la cual es una membrana serosa transparente que tapiza el globo ocular cubriendo la esclerótica y la superficie posterior de los párpados. Ayuda a lubricar el globo ocular, produciendo mucosidad y lágrimas, aunque éstas en una cantidad menor que las glándulas lagrimales