Formación Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria

Curso de Farmacoterapia Cardiovascular, Respiratoria, Nefrología y Urología

Nefrología y Urología

10. OTRAS PATOLOGÍAS GENITOURINARIAS

14.1. INFECCIONES URINARIAS

Es la colonización y desarrollo de microorganismos en el aparato urinario. La prevalencia aumenta en mujeres con edad avanzada.

Las vías urinarias normalmente son estériles y muy resistentes a la colonización bacteriana. Entre los 20 y los 50 años de edad, las infecciones urinarias son 50 veces más frecuentes en mujeres. La incidencia aumenta en los hombres y las mujeres mayores de 50 años; el índice mujeres/hombres disminuye como consecuencia de la mayor frecuencia de enfermedad prostática.

Las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres por tener una uretra corta, por traumatismos post coitales y tras el parto. También son más frecuentes en embarazadas.

Clasificación de las infecciones urinarias:

  1. Dependiendo de la duración:
    • Agudas.
    • Crónicas.
  2. Dependiendo del microorganismo que la provoque:
    • Bacterianas, son la mayoría.
    • Fúngicas.
    • Parasitarias.
  3. Dependiendo de su localización:
    • Cistitis: La infección se localiza en el tracto inferior, en la vejiga. Se caracteriza por una inflamación de la mucosa vesical. La mayoría de estas infecciones (el 80%) son producidas por Escherichia coli, aunque en pacientes sondados es más frecuente el Staphylococcus aureus y el S.epidermidis, mientras que en diabéticos, es más frecuente producidas por cándidas.
    • Prostatitis: La infección se localiza en la próstata, pudiendo ser aguda o crónica. Escherichia coli es el microorganismo más frecuente.
    • Pielonefritis: La infección se localiza en el parénquima renal, pelvis, túbulos o en el tejido intersticial de uno o ambos riñones. Hay una afectación de todo el riñón. Se produce cuando la orina no sale al exterior y se estanca por obstrucción y reflujo. Se puede llegar a la destrucción tubular, complicándose con una atrofia renal y una insuficiencia renal.

El tratamiento se realizará mediante: antibióticos, analgésicos, antitérmicos e hidratación.

14.2. UROPATÍA OBSTRUCTIVA O LITIASIS RENAL

La uropatía obstructiva o litiasis renal está provocada por cambios funcionales o estructurales en la vía urinaria que dificultan el flujo normal de la orina, provocando una disfunción renal o nefropatía obstructiva.

La litiasis nefrourológica consiste en tener cálculos en el riñón o en las vías urinarias. Si los cálculos se depositan en la vejiga se trata de litiasis vesical secundaria. Si los cálculos son de milímetros se eliminan en forma de arenilla, pero si miden centímetros pueden provocar cólicos nefríticos. Como complicaciones destacan los procesos de obstrucción, incontinencia urinaria, pielonefritis, insuficiencia renal aguda y tumores.
Las obstrucciones se pueden clasificar según la naturaleza del cálculo en litiasis cálcica, úrica o infecciosa.

Tratamiento:

  • Ingestión de abundantes líquidos para intentar expulsar el cálculo, que a veces se consigue de forma involuntaria aunque muy dolorosa.
  • Analgésicos, antiinflamatorios, corticoides y antieméticos.
  • Reposo.
  • Antibióticos, si existe infección de orina asociada.
  • Si no se expulsa se provoca la expulsión mediante otras técnicas.

14.3. INCONTINENCIA URINARIA

Es la pérdida involuntaria de orina por las vías urinarias inferiores. Hay una mayor incidencia en mujeres, en personas mayores y en el postparto.
Puede haber diferentes causas:

Reversibles: Infección urinaria, fármacos como opiáceos y sedantes, atrofia vaginal o crecimiento prostático y acumulación de heces en el intestino.

Irreversibles: Defectos congénitos, efectos traumáticos o quirúrgicos y vejiga neurógena (cuando hay disfunción vesical debido a un traumatismo a nivel de sacro produciendo una anulación de la inervación vesical).

Tipos de incontinencia urinaria:

  • Incontinencia de esfuerzo: emisión involuntaria de orina por aumento de la presión intraabdominal (tos, risa), siendo más habitual en las mujeres.
  • Incontinencia de urgencia: asociado a un intenso y repentino deseo de orinar. Es más frecuente en personas mayores. Puede ser una señal de infección en vejiga o riñones. Se asocia a poliuria, nicturia y espasmo vesicales. Se puede llegar a controlar mediante el adiestramiento vesical.
  • Incontinencia por rebosamiento: pérdida frecuente y continua de orina a intervalos regulares. Interviene por defecto del músculo detrusor. La vejiga no se vacía nunca.
  • Incontinencia total: Fuga continua e impredecible de orina sin distensión con nicturia y ausencia de sensación de plenitud.
  • Incontinencia funcional: No existe defecto del tracto urinario inferior. Se debe a trastornos de la movilidad, estados confusionales.

Tratamiento:

Los medicamentos resultan eficaces sólo en algunos casos. Para la incontinencia urinaria de esfuerzo puede utilizarse duloxetina, aunque esta indicación no está recogida en su ficha técnica. Para la incontinencia urinaria de urgencia suelen usarse fármacos anticolinérgicos (oxibutinina, tolterodina, fesoterodina, trospio o solifenacina). Otros fármacos empleados son: mirabegrón (agonista beta 3 adrenérgico con actividad antiespasmódica urinaria) o toxina botulínica.

14.4. TUMORES GENITOURINARIOS

Los tumores genitourinarios se pueden producir a cualquier edad y en ambos sexos.

La hiperplasia benigna de próstata consiste en un agrandamiento adenomatoso de la glándula prostática,que puede llegar a obstruir la uretra. Es una afección muy frecuente en el varón. El adenocarcinoma de próstata es el tumor maligno más frecuente en los varones mayores de 50 años y su incidencia aumenta con cada década de la vida.

El cáncer de próstata suele ser lento y progresivo y puede no manifestar síntomas. En las fases tardías del proceso se pueden producir síntomas por obstrucción al flujo de salida vesical, obstrucción ureteral y hematuria. También se conoce como síndrome prostático que consiste en polaquiuria, sobretodo nocturna, disminución de la potencia del chorro, disuria y goteo postmiccional.

Se puede detectar fácilmente con un tacto rectal alterado, debido a que se accede perfectamente a la próstata por esta zona.

Hay una prueba de laboratorio específica indicadora de hiperplasia prostática, el PSA o antígeno prostático específico, cuyos niveles elevados son indicadores de esta alteración. Podemos confirmarlo mediante pruebas de imagen, como por ecografía transuretral y se confirma mediante biopsia.

Tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata: En pacientes con síntomas moderados a graves está indicado el tratamiento farmacológico o quirúrgico. Los fármacos utilizados son

    • antagonistas alfa 1 adrenérgicos: doxazosina y terazosina, pueden causar hipertensión ortostática como reacción adversa; más recientemente se han comercializado tamsulosina y alfuzosina de liberación prolongada, con menos efectos adversos cardiovasculares.
    • inhibidores de la 5 alfa reductasa (finasterida, dutasterida), tienen un lento inicio de acción y efectos adversos como disminución de la líbido, disfunción eréctil y desórdenes de la eyaculación

Tratamiento del cancer de prostata: los estadíos iniciales se tratan con medidas no farmacológicas. Los estadíos avanzados se tratan con

    • tratamiento hormonal mediante castración médica con el uso de agonistas de LHRH (leuprolida, triptorelina, goserelina) asociada o no al uso de un antiándrógeno (bicalutamida, flutamida)
    • quimioterapia: docetaxel, cabazitaxel
    • antiandrógenos de nueva generación: abiraterona, enzalutamida

14.5. DISFUNCIÓN ERÉCTIL

La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección suficiente que permita una relación sexual satisfactoria. Se trata de un problema benigno relacionado con los aspectos físicos y psicológicos de la salud que tiene un importante impacto en la calidad de vida de las personas afectadas y en la de sus parejas.

La DE se considera un síntoma, no una enfermedad, el tratamiento ha de estar dirigido a la causa siempre que sea posible.

El tratamiento sintomático se basa fundamentalmente en los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo V: sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo.